| Por Candace Bryant-Lester

San Cayetano

1480-1547 | Festividad: 7 de agosto

San Cayetano fue ordenado sacerdote en 1516, justo un año antes de que Martín Lutero publicara sus “Las noventa y cinco tesis”. Cayetano no tenía ningún deseo de separarse de la Iglesia; sin embargo, su objetivo era reformarla y restaurarla.

Nacido en Italia con el nombre de Gaetano dei Conti di Thiene, Cayetano creció en el seno de una familia noble y piadosa que lo consagró a la Virgen cuando era un bebé. Con el tiempo estudió derecho y trabajó para la corte papal en Roma durante un tiempo. A la muerte del papa, Cayetano regresó a su ciudad natal de Vicenza para servir a los más necesitados y pobres. En 1522-23 construyó dos hospitales para “incurables”, uno en Vicenza y otro en Venecia. Más adelante creó un banco para ayudar a las personas en situación de pobreza -el Banco de Nápoles- que ofrecía una alternativa a los usureros que se cebaban con ellos. Cayetano pedía a los clientes que le “pagaran” a cambio de sus servicios rezando oraciones o rosarios.

Además de proporcionar vías para la sanación física, Cayetano dedicó su vida a la reforma eclesiástica y a la sanación espiritual. En 1524, él y cuatro compañeros (entre ellos el futuro Papa Pablo IV) fundaron una nueva orden: la Congregación de Clérigos Regulares, conocida como los Teatinos. El objetivo de la orden era combinar la reforma del clero con el servicio apostólico y la predicación del Evangelio. Hoy en día, la orden está activa en Italia, España y, en Estados Unidos, en varios lugares de Colorado. La constitución teatina dice: “Nuestra peculiar forma de vida religiosa, inspirada en los Hechos de los Apóstoles, exige sobre todo que, dando en todas partes un testimonio de la Resurrección del Señor, perseveremos dedicados a la oración y al ministerio de la Palabra…”.

Cayetano murió en 1547 por causas naturales y fue canonizado en 1671 por el Papa Clemente X. Sus reliquias están enterradas en Nápoles, en la iglesia de San Paolo Maggiore.